jueves, 14 de junio de 2012

LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

¿Qué pasaría si México estuviera dominado por otra nación?

¿Los mexicanos podríamos elegir libremente a nuestros gobernantes?

 ¿Podríamos dedicarnos a la profesión que más nos gustara?

¿Seriamos libres de expresar lo que pensamos?



Existen aún en la actualidad países que son gobernados por otros países y que por tanto no gozan de soberanía, es decir no son libres para tomar sus propias decisiones, un claro ejemplo es Puerto Rico que es considerada una colonia estadounidense.


En el pasado los gobiernos con más poder económico exploraban territorios fuera de sus dominios para conquistarlos y apropiarse de sus riquezas y durante años así fue, hasta que la población nativa cansada de tantos abusos decidieron luchar por ser independientes, este es el caso de México que tras tres siglos de dominación española decide ser un país libre y soberano, tarea que no fue fácil desde sus inicios hasta su culminación por lo que te invito a que conozcas “El camino a la Independencia     





Proyecto: El Camino a la Independencia


Ficha Técnica
  Datos del autor:
  Juana Lucía Salmerón Chávez

  Elaborado en: Microsoft Office 2007

  Herramientas tecnológicas necesarias:
@               Microsoft Office: Power Point, Word, Excel y acceso a Internet

Equipo:
@   Computadora
@   Proyector
@   Bocinas
@   Impresora

Herramientas de colaboración y comunicación:
@   Blog:  camino-independencia.blogspot.com
@   Preguntas y sugerencias al autor: pibesacj@yahoo.com.mx

Fuentes de Consulta:
@    libro de Texto de Historia de Cuarto grado de Primaria, se imprimió por encargo de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos en los talleres de Litografía Magno Graf, S.A. de C.V.
@   Microsoft ® Encarta ® 2008. © 1993--2007 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Asignatura: Historia


Programa: SEP-RIEB

Población: 22 del 4° grado, grupos "A" y "B" 

Sesiones: 5 de 50 minutos

Propósitos:

·         Ubicación temporal y espacial del movimiento de Independencia
·         Identificar, causas económicas, políticas, sociales y culturales que propiciaron el movimiento de Independencia.
·         Valorar el legado político de la  lucha por  la Independencia de nuestro país


APRENDIZAJES ESPERADOS

·         Ubica los principales acontecimientos de periodo y aplica los términos, años, década  y siglo.
·         Identifica el Bajío como la región de inicio de la Independencia
·          










UBICACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL DEL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA

La guerra de independencia abarcó de 1810 a 1821, fue el resultado de un largo proceso y tuvo su origen en la región del Bajío que comprende los estados de Guanajuato, Querétaro, Michoacán y Jalisco. Sus causas se originaron tanto en Nueva España como en Europa, algunas de ellas fueron la desigualdad entre grupos sociales del virreinato, las reformas borbónicas, las ideas de la Ilustración (una nueva corriente de pensamiento) en Europa y las Guerras contra Inglaterra y Francia.

A principios del siglo XIX, la población de Nueva España vivía una situación económica y social difícil. Ésta se agravó por las reformas borbónicas, que crearon más impuestos, redujeron el número de criollos en la Audiencia y limitaron la autoridad del virrey. Al descontento por esta situación se sumó la invasión napoleónica a España y la destitución de su rey en 1808.

La Guerra tuvo varias etapas dirigidas por diferentes líderes; amos bandos (insurgentes y realistas) usaron diversos textos para difundir sus ideales. Dado que duró varios años, algunas actividades económicas como la minería, el comercio y la agricultura, se vieron afectadas principalmente en las regiones donde hubo enfrentamientos. Esto empeoró la situación económica hacia el final de la guerra e influyó en la consumación de la Independencia.    


Para comprender el periodo

¿Qué factores propiciaron el proceso de Independencia?

Causas de la Independencia

La Independencia tuvo causas diversas. En primer lugar, hacia finales del siglo XVIII, las diferencias de la sociedad virreinal se agravaron con los cambios introducidos por las reformas borbónicas, las cuales privilegiaron aún más a los españoles y provocaron el descontento de otros grupos, en especial el de los criollos; por eso, ellos serían los principales impulsores de la independencia.
Además, debido a que España estaba de guerra contra Francia e Inglaterra, necesitó recursos económicos para sostenerla y recurrió a sus posesiones americanas para obtenerlos; para ello, obligó a la Iglesia novohispana a otorgarle préstamos, confiscó propiedades de algunas órdenes religiosas e impulsó la actividad minera.
Finalmente, a principios del siglo XIX, varios acontecimientos en Europa, como la invasión de Napoleón a España y la imposición de su hermano al trono, influyeron para que un sector de la población de Nueva España propusiera la separación de España.

La invasión napoleónica a España y las
 propuestas de autonomía



En los siglos XVII y XVIII surgieron críticas contra los gobiernos monárquicos que había en Europa, a la vez que se difundía una nueva forma de pensamiento conocida como Ilustración, Está se caracterizaba por el uso y la difusión del conocimiento científico y la idea de que los fenómenos naturales y los problemas sociales debían explicarse con base en la razón y no por las creencias religiosas, que se consideraban la causa de los atrasos de la humanidad. Los partidarios de esas ideas, conocidos como “Ilustrados”, difundieron su pensamiento en diversos textos, que circularon tanto en Europa como en América.
En 1789, por influencia de la Ilustración, se inició la Revolución Francesa; como consecuencia la monarquía francesa fue reemplazada por un gobierno republicano que estableció, entre otras cosas, la división de éste en tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Sin embargo, en 1804, Napoleón Bonaparte reemplazó la República en Francia, se proclamó emperador e inicio varios ataques contra otros reinos de Europa (estos conflictos fueron llamados “guerras napoleónicas”). En enero de 1808, su ejército invadió España y Portugal. Al someter a España, obligó al rey Carlos IV y a su heredero, Fernando VII, a renunciar a la Corona y en su lugar nombró a su hermano José Bonaparte. Esto significó que las posesiones españolas en América, entre ellas la Nueva España, pasaran al dominio de Francia.
Ante esta situación, en Nueva España se empezó a discutir qué hacer con el gobierno. Básicamente se plantearon dos posiciones: en el ayuntamiento de la Ciudad de México, los criollos sostenían que la soberanía recaía en el pueblo y, por lo tanto, los habitantes de Nueva España debían decidir como gobernarse, sin que alguien externo interviniera. Ésta era una manifestación del nacionalismo criollo, que había surgido a lo largo de los siglos debido a la integración de ideas, experiencias y conocimientos de los novohispanos, y que resaltaba el aprecio a la gente y la tierra, el orgullo por las manifestaciones artísticas y el pasado indígena.





Por su parte la Real Audiencia, compuesta por españoles, argumentaba que Nueva España debía seguir dependiendo de la Corona Española, aun cuando ésta fuera dominada por Francia. El virrey estuvo de acuerdo con el Ayuntamiento y nombró representantes de las provincias para formar una junta que gobernara en nombre de Fernando VII. La Real Audiencia se opuso a esto, pues la junta deseaba declarar la autonomía de Nueva España.


      



Reafirma tu conocimiento con el video de las causas internas y externas de la Independencia de México, en la siguiente dirección:




El golpe de Estado y las conspiraciones

La real audiencia estaba en contra de la junta convocada por los criollos, porque ésta deseaba declarar la autonomía de Nueva España. Ante ello algunos españoles de la Ciudad de México prepararon un golpe de Estado, es decir, se apropiaron del gobierno haciendo uso de la violencia. A la medianoche del 15 de septiembre de 1808, cerca de 300 hombres entraron al palacio virreinal y apresaron al virrey José de Iturrigaray, a su familia y a los jefes del Ayuntamiento de la ciudad.

Al fracasar el intento de conseguir la autonomía y para derrocar al gobierno español, los criollos planearon varias conspiraciones en diferentes partes de Nueva España, como en Puebla, San Luis Potosí, dolores, Guanajuato y Celaya. A mediados de 1809 se descubrió la primera conspiración, que había sido organizada en Valladolid por José María Obeso y José María Michelena, a quienes se les perdono la vida.
Ilustrémonos:


En 1810 se organizó otra conspiración en Querétaro, esta vez encabezada por Ignacio allende, Miguel Domínguez, Josefa Ortiz, Juan Aldama y Miguel Hidalgo y Costilla, quienes empezaron a reunirse para discutir la situación política de la Nueva España y planear el derrocamiento del gobierno impuesto luego del golpe de Estado.

La conspiración de Querétaro fue denunciada ante las autoridades virreinales, quienes ordenaron el arresto de los sospechosos. Pero antes de que fueran encarcelados Miguel Domínguez y Josefa Ortiz, ésta mandó un mensaje a Ignacio allende y a Juan Aldama, quienes se dirigieron al pueblo de dolores (en el actual estado de Guanajuato) para reunirse con Miguel Hidalgo; ante la situación, los conspiradores decidieron empezar la lucha armada. Así se inició el movimiento que culminaría con la proclamación de la Independencia.   


EL INICIO DE LA GUERRA Y LA PARTICIPACIÓN DE HIDALGO Y ALLENDE

Miguel hidalgo y Costilla pertenecía a una familia criolla de pocos recursos, por lo que decidió ser sacerdote, actividad que en el Virreinato era apreciada por la gente y les solía garantizar recursos económicos, educación y prestigio social. Influido por las ideas de la Ilustración, Hidalgo estaba en contra de la esclavitud y de las desigualdades sociales y planteaba que Nueva España debía ser autónoma.
El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo convocó a la gente del pueblo de dolores a unírsele para “apoyar el regreso de Fernando VII y destituir a la autoridad virreinal”, ya que en ese momento no se buscaba propiamente la Independencia, sino sólo dejar de depender de España mientras ésta fuera ocupada por el ejército francés. Aún así, esta fecha se toma como el inicio de la guerra que en 1821 culminaría con la consumación de la Independencia    de Nueva España.
Tras su discurso, Hidalgo logró atraes a peones, obreros de las minas, campesinos, artesanos,
mayordomos, indígenas y mestizos, quienes se armaron con hondas, palos, machetes e instrumentos de labranza y formaron un improvisado ejército insurgente. Éste se integraba por voluntarios, personas que fueron obligadas o se unían  al movimiento a cambio de una paga, la mayoría carecía de instrucción militar. Aunque Allende contaba con tropas disciplinadas que inicialmente formaron el núcleo del levantamiento armado.




                        UN DATO INTERESANTE


A lo largo de la historia, existen diferentes interpretaciones sobre un mismo hecho y algunas son más aceptadas que otras. A continuación te presentamos una opinión distinta sobre “el grito de Independencia”:
Cuadro de texto: Las funciones de Juan Aldama dentro del ejército insurgente eran de tipo  táctico, como cubrir la retaguardia y reclutar tropasJuan Aldama, que fue testigo presencial de lo que Hidalgo expresó el 16 de septiembre de 1810, dice que no existió el famoso grito y que cuando el cura de Dolores convocó a misa no era de madrugada, sino alrededor de las ocho de la mañana. Confirma que Hidalgo intentó convencer a la gente para que se uniera a él y a Allende para desterrar a los españoles y defender el reino de su entrega a los franceses. Además dice que Hidalgo ofreció pagar medio peso a los que fueran a pie y un peso a los de a caballo.





El ejército insurgente, encabezado por Hidalgo y Allende, inició su camino rumbo a la Ciudad de México, donde residían los poderes de Nueva España. Al llegar a Guanajuato, el intendente Juan Antonio Riaño y los españoles se resistieron a entregar la ciudad de manera pacífica y se refugiaron en la alhóndiga de la ciudad, llamada “de granaditas”. Esta decisión del intendente desprotegió la ciudad, que fue saqueada por los rebeldes durante dos días, durante los cuales varios habitantes de origen español fueron asesinados, acciones que Hidalgo y Allende no pudieron contener.

   Se dijo entonces…
Miguel Hidalgo publicó en Guadalajara su decreto contra la esclavitud, a continuación te presentamos un fragmento de este documento:
Que todos los dueños de esclavos  deberán darles libertad, dentro del término de diez días, so pena de muerte.
Que cese para lo sucesivo, la contribución de tributos, respecto de las castas que los pagaban y toda exacción que a los indios se les exija.


Los insurgentes continuaron su marcha y en Monte de las cruces se enfrentaron a las tropas enviadas por el Virrey (Ejército realista), a las que vencieron. Aunque luego de esta batalla la Ciudad de México quedó desprotegida, Hidalgo no ordenó tomarla, sino que mandó la retirada. Esta decisión molestó a Allende, quien regresó a Guanajuato, provocando la ruptura entre ambos líderes y la deserción de muchos de los insurgentes. Por su parte, Hidalgo se retiró a Aculco en el actual Estado de México, donde perdió una batalla y de ahí fue a refugiarse a Guadalajara.
Mientras tanto, Allende fue derrotado en Guanajuato, por lo que se retiró a Guadalajara. Al enterarse de que el ejército realista se dirigía a esa ciudad, junto con Hidalgo reorganizó a las tropas para la batalla. Los ejércitos se enfrentaron en Puente de Calderón, donde los insurgentes fueron derrotados.
Después de esto, los jefes insurgentes huyeron hacia el norte para refugiarse en Estados Unidos, pero fueron apresados en Coahuila, y juzgados y condenados a muerte en Chihuahua. El 26 de junio de 1811, Allende, Aldama y otros jefes insurgentes murieron fusilados.
Tras un juicio de un mes, Hidalgo corrió la misma suerte. Como advertencia a otros insurgentes, las cabezas de estos líderes fueron colocadas en jaulas y exhibidas en las esquinas de la alhóndiga de Guanajuato.
Sin embargo, la guerra no terminó aquí, pues a Hidalgo lo sucedieron otros jefes insurgentes que retomaron su pensamiento a favor de la libertad.  
   
Héroes verdaderos. Campanas de libertad
   http://www.youtube.com/watch?v=gip4ZKXrSbo&feature=related

LOS REALISTAS CONTRA EL MOVIMIENTO INSURGENTE

Se llamó “realistas” a los partidarios de la monarquía y a su ejército, pues eran los encargados de proteger los intereses del Rey, es decir, de  la Corona Española. Este grupo era financiado y dirigido por peninsulares, criollos con altos puestos administrativos, militares, religiosos y, en general, aquellos grupo que dominaban los sectores más importantes de la economía, como el minero y el comercial. Entre los realistas destacaron los militares Félix María Calleja y Agustín de Iturbide.
Al iniciar la guerra de Independencia no había suficientes militares en Nueva España, el mando del ejército estaba a cargo de algunos criollos y peninsulares que tenían estudios militares. Por esto, al ejército realista se incorporaron trabajadores de diferentes grupos sociales, de haciendas y ranchos de peninsulares y criollos. Algunos fueron reclutados por la fuerza y otros con la promesa de recibir una paga; sin embargo, como no tenían formación militar se dudaba de que fueran leales al virrey. 

 El pensamiento social y político de Morelos

La muerte de Hidalgo y Allende no significó el fin del movimiento de Independencia, puesto que la lucha se había extendido en diferentes regiones del territorio novohispano.
José María Morelos y Pavón, un cura nacido en Valladolid (hoy, Morelia), fue el encargado de continuar la lucha armada. Él conocía bien la región sur de Nueva España, pues en su niñez había sido arriero, aunque abandonó esta actividad a los veinticinco años para ingresar al sacerdocio en el colegio de San Nicolás, donde fue alumno de Miguel Hidalgo.
El ejército de Morelos fue distinto del primer ejército insurgente, pues se caracterizó por ser poco numeroso y disciplinado; estaba conformado por personas dedicadas a diferentes actividades ligadas al campo, la minería, la religión y la milicia. Entre sus oficiales se encontraban Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros y Nicolás Bravo.

A partir de 1812, Morelos destacó como líder insurgente gracias a que tomó el control de varias poblaciones; así fue hasta que, ese mismo año, en Cuautla, fue sitiado por las tropas realistas de Félix María Calleja. El sitio duró dos meses y, finalmente, Morelos pudo escapar para dirigirse a Orizaba y Oaxaca.



En septiembre de 1813, Morelos convocó a un congreso en Chilpancingo, Guerrero, para organizar el movimiento insurgente. En éste presento el documento titulado Sentimientos de la Nación, en el que planteaba que América debía ser libre e independiente de España. A partir de este congreso a Morelos se le conoció como “Siervo de la Nación”, sobrenombre que él adoptó al rechazar el título de Alteza Serenísima que el congreso le había otorgado.

En el congreso de Chilpancingo también se redactó una constitución que sería promulgada el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán; en ella se declaraba la libertad de la “América mexicana”, pero ésta no entró en vigor porque la lucha contra los realistas continuaba y entre los propios insurgentes había diferencias.

Morelos continuó su lucha y logró tomar Acapulco, pero fue derrotado en Valladolid. Luego de perder una batalla en Tehuacán, Puebla, cayó prisionero y murió fusilado en San Cristóbal Ecatepec (hoy Estado de México), el 22 de diciembre de 1815.


La infancia en la independencia

En el ejército encabezado por Morelos había un batallón de niños, conocido como “los emulantes” (de la palabra emular: “imitar”), cuyo modelo era Morelos, y el cual era dirigido por su hijo Juan Nepomuseno Almonte.

Durante el sitio de Cuautla, mientras las tropas de Morelos eran atacadas por los realistas, los insurgentes dejaron abandonada la artillería en la plaza de San diego; un niño de once años, llamado Narciso Mendoza, hoy conocido como el “niño artillero”, recogió una antorcha y prendió un cañón. Con esta acción murieron varios realistas que se acercaban a la plaza y los insurgentes aprovecharon la confusión para reorganizarse.



Se dijo entonces      

  • Las ideas de Morelos quedaron expresadas en su documento Sentimientos de la nación:
  • à    La soberanía dimana inmediatamente del pueblo, que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario […]
  • à    Que los empleos los obtengan sólo los americanos.
  • à    Que la esclavitud se prescriba (prohibida)
  • à    Para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro, el vicio y la virtud.


A la muerte de Morelos, el movimiento insurgente se organizó bajo diferentes liderazgos: Guadalupe Victoria peleó en algunas partes del actual estado de Veracruz, y Vicente Guerrero en el estado que hoy lleva su nombre. El aislamiento de los insurgentes los obligó a usar la guerra de guerrillas para combatir a los realistas y permitió la supervivencia del movimiento insurgente hasta la consumación de la Independencia.
La guerra de guerrillas era un conjunto de estrategias dirigidas a desorganizar al ejército realista, para ello pequeños grupos de insurgentes atacaban por sorpresa a los enemigos y escapaban rápidamente o les robaban su correspondencia, armas y alimentos.
En 1817, procedentes de Europa, llegaron el capitán español Francisco Javier Mina y el fraile novohispano Servando Teresa de Mier, quien había estado exiliado durante diez años en Europa y había divulgado las ideas de Independencia. Luego de desembarcar en el puerto de Soto la Marina (hoy Tamaulipas), junto con más de 300 hombres se introdujeron en la zona del Bajío, con la intención de dar un nuevo impulso a la lucha por Independencia, pero fueron derrotados por tropas realistas. Mina fue capturado y fusilado, mientras que Teresa de Mier fue encarcelado en san Juan de Ulúa.

UN DATO INTERESANTE

El Coco de los realistas:

Albino García fue uno de los guerrilleros más indomables, por sus ataques certeros y sus triunfos constantes, fue apodado “el Coco de los realistas”. El propio Félix María Calleja le ofreció perdonarlo y darle varios privilegios para  que abandonara la lucha, pero García no aceptó.
Finalmente, fue capturado por Agustín de Iturbide, cuando éste llegó por sorpresa a su campamento.

MOVIMIENTO LIBERAL EN ESPAÑA Y LA CONSTITUCIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Las ideas liberales fueron resultado de la Ilustración. Los liberales se caracterizaban por el rechazo de la monarquía absoluta y sostenían que la soberanía residía en el pueblo, que éste debía ser representado por tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), los cuales debían garantizar los derechos y las libertades de los individuos. Así, cuando hablamos del “movimiento liberal español”, nos referimos a los cambios que los españoles hicieron en su gobierno, al reducir la autoridad del rey.
Entre 1808 y 1814, debido a que España estaba ocupada por Francia, los españoles formaron juntas de representantes, llamadas “cortes”, para discutir cómo gobernar el imperio en ausencia del rey Fernando VII. Las cortes se integraron por políticos, militares, religiosos y diecisiete representantes de Nueva España, se realizaron en la ciudad de Cádiz.

En las cortes de Cádiz había representantes de diferentes tendencias, pero la predominó fue la liberal. Por eso, en ellas se hicieron reformas para reducir el poder de la monarquía; por ejemplo, se otorgó a los hombres mayores de esas el derecho de elegir y ser elegidos como representantes, es decir, los hicieron ciudadanos; se decretó la igualdad de todos los habitantes del imperio, lo cual hacía que los habitantes de Nueva España tuvieran los mismos derechos que los de otros reinos españoles; se estableció la libertad de prensa, y se abolió el tributo indígena.
Mientras que en la nueva España continuaba la guerra de Independencia, en España, como consecuencia de las Cortes, se promulgó la Constitución de Cádiz en 1812, que estuvo vigente hasta 1814. Este año, las fuerzas francesas se retiraron y Fernando VII regresó a su trono; en seguida, el monarca suspendió la Constitución, porque limitaba su poder. Sin embargo, en 1820, los liberales la establecieron y obligaron a Fernando VII a cumplirla.



El 24 de febrero de 1821, Iturbide le pide al sastre José Magdaleno Ocampo confeccionar la bandera trigarante. En sus franjas diagonales llevaba los colores de la alianza: blanco, verde y rojo; el tiempo los a deslucido, sobretodo el color rojo.

 
Esta situación inquietó a algunos criollos y peninsulares en Nueva España, ya que creían que con la Constitución de Cádiz perderían sus privilegios. Por eso, prefirieron aliarse con el movimiento insurgente para conseguir la independencia. Así, los inconformes con la restauración de la constitución buscaron el apoyo de un jefe militar de confianza que fuera criollo, y Agustín de Iturbide fue elegido.
Al inicio del movimiento insurgente, Iturbide simpatizaba con su causa, pero tomó la decisión de aliarse con los realistas debido a los actos de violencia que los insurrectos cometieron contra los españoles en varias ciudades. Durante casi cinco años combatió exitosamente a los insurgentes, lo cual le dio prestigio entre la población española y criolla. Ante la urgencia de mejorar la economía de Nueva España, severamente dañada por una década de guerras, y evitar la aplicación de la constitución de Cádiz en territorio novohispano y con ello mantener los privilegios de los grupos adinerados, Iturbide consideró necesaria la unión de ambos bandos y para ello buscó a Vicente guerrero, el líder guerrillero más importante en ese momento.


Así, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide pactaron  la alianza por medio del acto conocido como “el abrazo de Acatempan” y la sellaron con la firma del Plan de Iguala, en el que se propuso la unión general entre europeos, americanos e indígenas en un solo imperio, mediante los lazos de amistad, de educación y de idioma, sin que el interés de uno dominara sobre el interés de los otros.


Para simbolizar esta alianza se creó una bandera que representaba la unión de ambas fuerzas, con los colores verde (significaba la unión entre europeos y americanos), blancos (la religión) y rojo (la independencia), por esto se le conoció como el “ejército de las tres garantías o trigarante”. Al unirse ambas tropas, el líder insurgente reconoció a Iturbide como primer jefe del  ejército trigarante.

Mientras tanto, en España, el liberal Juan O’Donojú fue nombrado nuevo jefe político de Nueva España. Éste arribó a Veracruz cuando el plan de Iguala era conocido en gran parte del virreinato, por lo que consideró que la Independencia era inevitable. Así, Iturbide y O’Donojú firmaron los Tratados de Córdoba, que reconocían la Independencia de Nueva España.


Finalmente, el 27 de septiembre de 1821, la población de la Ciudad de México recibió a Iturbide, Guerrero y al ejército trigarante con desfiles, canciones, flores y fuegos artificiales. Había terminado la guerra de Independencia; pero el movimiento de Iturbide no tuvo nada en común con el de Hidalgo y Morelos



La información del Blog pertenece al libro de Texto de Historia de Cuarto grado de Primaria, se imprimió por encargo de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos en los talleres de Litografía Magno Graf, S.A. de C.V. y se realizó con fines totalmente pedagógicos





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